La Hora Azul
La hora azul es un corto periodo de tiempo en el cual disponemos de una luz mágica y se produce en sitios más bien orientados hacia el Este, entre el intervalo del atardecer hasta la llegada de la noche obteniendo variaciones de luz entre un azul intenso hasta el negro (en ausencia de luz).
Para realizar fotografías en la hora azul debemos de haber localizado previamente el lugar y estar preparados para la ocasión, puesto que vamos a disponer de muy poco tiempo para conseguir nuestra “foto azul”.
Para obtener diversas tonalidades de azules podemos compensar un o dos puntos la exposición, o esperar a que tengamos la luz adecuada…
Para fotografiar a estas horas con este nivel de luz, lo mejor es montar la cámara sobre un trípode y utilizar un diafragma medio para obtener profundidad de campo.
Si utilizamos diafragmas demasiado cerrados obtendremos el efecto de estrellas, las farolas y demás luces se convierten en puntos de luz estrellados.
Durante este tiempo el cielo va degradando de azul claro al azul oscuro casi negro de la noche, generando además otras tonalidades dependiendo del día, desde rojizos y rosados hasta amarillos o anaranjados.
Las luces de las ciudades nos aportan un tono anaranjado, porque son farolas con bombillas de tungsteno que tienen una temperatura cálida y dan dominantes amarillentas a las fotografías.
Podemos corregir la temperatura de color ajustando el balance de blancos o utilizando un filtro azul.
Aunque a mi particularmente me gusta esa tonalidad anaranjada que sugiere unos tonos cálidos. A veces no dispondremos de la hora azul durante el atardecer.
Cuando el cielo está encapotado o la niebla, nos ocultarán por completo las tonalidades del cielo.